De un año hacia otro, en algo ha
cambiado la elaboración del carnaval ubetense. Se cumple hoy un año del momento
en el que, mediante un mensaje en Facebook, me proponían para ser pregonero del
pasado carnaval. En la actualidad, esa pesquisa está solucionada y, la
pregonera, tendrá elaborado el texto y el atrezo que servirá de pistoletazo de
salida el próximo día 4 de febrero.
El ente responsable de la
aceleración de estos acontecimientos es la ACCU, que en aquel entonces se
encontraba sin cabeza de turco visible. Este organismo mantendrá esta noche una
importante reunión. De ella saldrá la planificación de los actos componentes de
esta festiva fiesta, valga la redundancia; y por enésima vez se pondrá encima
de la mesa la posible modificación de las bases del concurso de agrupaciones. En
este menester, creo que vamos, por enésima vez, retrasados: Torredonjimeno,
Martos, Jaén; ciudades con un devenir carnavalesco más pobre que el ubetense,
tienen publicadas sus bases y abiertos sus plazos de inscripción desde hace
días. Esta incidencia es la principal causa, bajo mi modesto punto de vista, de
la pobre inscripción de grupos foráneos al concurso ubetense. El tiempo es
justo, los concursos se agolpan en dos fines de semana, y si hay que
discriminar, se discrimina al ubetense, por ser el último de la fila, el más
rezagado.
Esta noche debe suponer un punto
de inflexión en la elaboración de nuestro concurso. Proponer una temprana fecha
para la apertura del periodo de inscripción, y que esta se repita de forma
sistemática, año tras año; aumentar exponencialmente la publicidad en redes
sociales y medios de comunicación; y facilitar, en la medida de lo posible, la
participación de grupos foráneos; más allá del aumento de los premios, deben
ser los argumentos a reforzar. Si, por el contrario, como ha venido ocurriendo,
cada interlocutor se mira el ombligo, intentando modificar algún punto de las
bases en el que puede sacar mayor rendimiento y puntuación; si se quedan en lo
superfluo, de nada habrá servido otra nueva tertulia; consiguiendo con ello que
vuelvan a mirar al mundo carnavalesco como un reducto pueril de la sociedad
ubetense.
Diez años se cumplen de la
institución de la Asociación Cultural Carnavalesca Ubetense. Es buen momento
para poner al concurso más significativo de la provincia donde se merece.