martes, 7 de marzo de 2017

Adiós, maestro.


Desde este arte sin escuela que es el carnaval; esta Babel de músicas, letras, disfraces y motivos, donde es tan fácil llegar a entenderse y tan difícil querer hacerlo; este circo de la calle y la taberna, abierto tras el cierre del teatro. Desde aquí nos nació hace veinticinco años un acaudalado señor, rico en compás y soberano en el país del trío, que ha llegado a conquistar los reinos que él ha querido: provincias enteras e ínsulas allende los mares. Licenciado en músicas del corazón, sin título pero con cátedra; con más de una legión de docentes que aprendieron de su diafanidad de conciencia y de cada recodo de su corazón. Se marcha vestido en ese traje de payaso que me atreví a pintarle, con el apodo de canalla que la envidia le puso; él que tenía un ejército de soldados, una taifa de Persépolis, un arco para defenderse, un costal para las heridas, un tenante con su escudo; él que había visto ballenas en Cádiz, el atardecer eterno en los Huertos del Carmen desde donde se divisa el purgatorio; que había besado a la Parca impresentable para compartir su conocimiento. Él, el alfa y el omega de la comparsa ubetense, se marcha sin ruido, sin aplausos y con un silencio tan amargo que ni su guitarra puede aguantar los acordes contenidos en él. Con veinticinco años, también con veinticinco años; maldita cifra que todo lo cambia. Se marcha dejando huérfana a una familia de ilusiones, incapaz de paladear el éxito carente de adulación, fanatismo y avaricia; te marchas y me dejas con un puñado de pasodobles en la manga que pudieran volver a saciarme sobre las tablas del Falla.

¡Arde, truhan! ¡Arde en el diván donde has decidido tumbarte a ver la vida morir! Que el Dios que adoras en los Altares te bendiga. Tu Dios de la trastienda y el escenario muere lentamente, sostenido sobre los pies de barro que le has forjado en el alfar del olvido.

¡Arde, Miguel Ángel Romero Delgado! ¡Arde, Maikel, cual pescado de Miércoles de Ceniza! Ya se evaporan nuestras penas en el fuego indomable de tu arte.

Tanta Paz lleves como vacío dejas. Gracias de parte del carnaval de Úbeda. Gracias de corazón.