Acerca lo que estás leyendo a tus sentidos. Puedes
oler el aroma a calor de impresora, a papel manchado de cultura, al mundo
asomado a la blancura de unas páginas inertes y sin vida; es así lo tangible,
el signo maleable: capaz de transportarnos al camino de las esencias vitales
que aderezan nuestra vil y simple existencia. Coge el papel, acaricia las yemas
de tus dedos con el brillo inmaculado de su superficie; cierra los ojos e
intuye cada carácter estampado sobre la lisa cama donde la cultura suele
arrellanarse; acércate este libreto a la oreja y siente el silencio de cada
vocablo contenido, de cada pensamiento vedado al bandolerismo del aire. Es así,
acerca lo que estás leyendo a tus sentidos, cofrade, y siente el trabajo que
este simple folleto posee entre sus páginas. En los tiempos que corren, los que
nos ha tocado vivir, sería mucho más sencillo, e incluso ventajoso, dejar el
papel para otros menesteres, y publicar lo que tienes entre las manos de forma
telemática o virtual. Hoy en día es difícil ser ajeno a las redes sociales, y
la cofradía cuenta con un blog virtual sistemáticamente actualizado, que llega
en tiempo y forma a picar la portezuela de nuestros muros. Hoy en día sería
mucho más rentable, para la Cofradía, que el árbol no se cortara, que la madera
no se serrara, que el serrín no se transportara ni se tratara para colorearlo
con el blanco inmaculado, ni ese blanco se manchara con esto que estás leyendo;
pero todo tiene su sentido, y el hombre necesita a veces de estos desordenes
para seguir dando significación a sus ilusiones, su trabajo y su día a día.
Este papel es necesario, como lo es el día a día de
hermandad. ¿Dónde te has quedado tú? ¿Eres de los que prefieren el
desnaturalizado calor de la pantalla de un PC, una Tablet o un Smartphone para
saber de su Hermandad; de esos que se han quedado en el claustro de Santa María
tras la lluvia del pasado Lunes Santo; no has franqueado la puerta y te has
llevado a tu casa todo un manantial de silencios, soledades y recuerdos, de
apatías sin consuelo, con los que rellenas todos y cada uno de los días que
separan un lunes de otro lunes, un sueño de otro sueño? ¿Sigues viviendo esta
Hermandad en la distancia, en tu triste sofá frente al televisor, viendo una y
otra vez la salida de la Virgen de Gracia por la puerta de la Adoración? Si
eres de estos, quizá no le des la real importancia de lo que tienes entre las
manos; que veas un gasto y un trabajo innecesario todo lo que sigue a esta
página; que te cueste pasar de una cara a otra sin un clic “ratoniano” o sin
dejar impresas, sobre una pantalla, tus huellas dactilares. Pero esto es
necesario, este papel es necesario. Porque necesario es salir del claustro de
Santa María tras la lluvia, o tras el cansancio de un día sin lluvia; es
necesario crear un Martes Santo en la Cofradía de la Virgen de Gracia, es
necesario seguir el ritmo de las cantinelas que se han cantado a lo largo de
todos nuestros años de existencia, y de seguir creando ritmos que hagan de
nuestro baile algo original a los ojos del espectador. Es necesaria esta
revista, como necesarios los trabajos semanales, la feria, las cruces de mayo,
los niños jugando, los niños aprendiendo, los niños sonriendo; los niños
cofrades. Es necesaria esta revista, su trabajo, su confección y su lectura;
con ella sale a relucir una vida interna plena y viva, bajo el manto y la
mirada de la Llena de Gracia. Es necesario oler el incienso cada mañana, cada
tarde, cada noche; encender la cera cada día para que el cirio tenga tal
cazoleta que ni el ábrego ni el solano puedan apagar las luminarias del Lunes
Santo; es necesario tener preparado el costal sobre la cama, no guardarlo en el
cajón de los “trescientossesentaycincodías”, por si es necesario hacer una
chicotá entre amigos y pasearnos entre los callejones y las esquinas de la
amistad verdadera y el amor cofrade; es necesario soplar los instrumentos
minuto a minuto, no vaya a ser que nos sean ajenos en la Noche Estrellada.
Esta revista es necesaria, como así lo son todos los
que la hacen posible. La humilde pluma del hermano que escribe, es necesaria;
los pasos dados para conseguir financiación, son necesarios; el maltrato ocular
al que es sometido nuestro querido editor, es necesario; tú, querido lector,
querido cofrade, eres necesario: el más necesario de todos. No hay silencio si
no es oído, así como no hay palabra si no es leída, ni comprendida. Y esta
revista es tu Cofradía. No hay cofradía sin el que la hace, tú; sin el que
necesita hacerse en ella, tú: tú, cofrade. Lee con mimo los requiebros y
lamentos de estas palabras y las venideras; pasa cada página como si fuera la
última, mira cada anuncio, son necesarios, son otro tipo de cofrades pero
importantes en este proyecto; y cuando cierres el boletín piensa que ya hay
personas trabajando en la confección de otro ejemplar, el del año próximo, que
llegará de nuevo a tus manos; como cada Lunes Santo llega a tu vida, porque es
quiero divino y quiero humano. ¿Te vas a quedar esperando o vas a decidir
escribir? El Lunes Santo llega, pero es necesario escribirlo y aderezarlo con
lindas rimas y trabajados textos.
Esta revista es necesaria y todos los que la hacen
posible. Esta cofradía es necesaria y todos los que la hacen posible. No te
quedes con las ganas de escribir; por activa y por pasiva sabes que las puertas
de tu Hermandad están abiertas y que tú, sí tú, eres el más necesario de todos.
(Prólogo revista cofrade Gracia Nuestra, año 2014)